lunes, 5 de julio de 2010

Por qué debes pertenecer a la iglesia


Efesios 5:25-32; Hechos 2:47 y 1 Tim. 3:15

Lo más probable es que dentro de tu cartera, aparte de alguna tarjeta de presentación, tambien tengas alguna tarjeta de alguna tienda comercial como Chedraui, Soriana, Sam´s Club, Costco, o de alguna institución de Seguridad Social, como el IMSS, ISSSTE; si estás orgulloso de tus convicciones políticas pues quizá tengas alguna credencial de tu partido político como el PRI, PAN, PRD; O como buen mexicano, te encantará tener alguna de Banamex, Banco Azteca, Bancomer. Cada una de las tarjetas o credenciales que tienes apuntan a una realidad importante: Perteneces a algo más grande que tú.
Todos en esta vida pertenecemos a algo, o a alguien. No fuimos creados para vivir esta vida solos. Fuimos creados, desde el principio con una naturaleza comunal; es decir, para pertenecer a algo más grande que nosotros mismos. Por eso existen agrupaciones, gremios, clubes, organizaciones, logias, confraternidades, consorcios financieros, ejércitos, asociaciones civiles, conjuntos musicales, equipos deportivos, bandas. Cada uno de estos grupos afecta, en conjunto, la vida de sus integrantes; sin embargo, también es verdad que cada integrante afecta la vida del grupo.
De manera similar, esta misma dinámica es cierta para aquellos que han venido a una nueva relación con Dios a través de Cristo Jesús. Todo creyente en Jesucristo, para llegar a ser todo lo que Dios tiene preparado para él, necesita estar integrado a lo que la Biblia llama iglesia, la comunidad visible de creyentes que han recibido el perdón de sus pecados y recibido la vida eterna. En resumen, si eres un creyente en Cristo Jesús, entonces debes pertenecer a la iglesia.
No obstante, aunque esta es una de las enseñanzas más claras de la Biblia, (principalmente en el Nuevo Testamento) parece que los cristianos de hoy están siguiendo el espíritu individualista de nuestros tiempos. No quieren comprometerse, no quieren salirse de su zona de comodidad:
“No tengo tiempo”
“Quiero pensarlo bien”
“No quiero dejarles mal”
“No es mi tiempo”
“Necesito más conocimiento”
“No es para mí”
“No quiero ser un fanático, o religioso”
“Tengo otros compromisos”
“No quiero salir lastimado”

Déjame decírlo con la mayor claridad que me es posible: Si has creído en Jesucristo como tu salvador, lo siguiente que el Señor espera de ti es que pertenezcas a la iglesia y te integres a ella. Simple. Sencillo. Directo. Tan lógico y natural como cuando un hombre le declara su amor a una mujer. Después de decirle “me gustas” debe venir el clásico “¿Quieres ser mi novia?”
Es probable que alguien pregunte: “¿Y por qué tanto énfasis en pertenecer a una iglesia? Pues ¿qué tiene de especial? ¿Por qué tanta pasión por integrarse a una comunidad de personas comunes y corrientes, tan pecadoras y falibles como yo? ¿Cuál es la importancia de la iglesia?
Quisiera compartir algunas razones que encuentro en la Biblia. Las primeras las encontramos en Efesios 5:25-32.

1. Nadie ha amado tanto a la iglesia como Cristo
Vrs. 25 … Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella…

Puedes entender el valor de una cosa al mirar el precio que se paga por ella. Cristo Jesús la amó y murió por ella. De todos los grupos de personas en la tierra, Cristo decidió amar y entregarse en cuerpo y alma por la iglesia. Por ningún otro grupo, por más noble que sea su misión en este mundo: la ONU, la Cruz Roja, UNICEF, Greenpeace, etc. Si Cristo ha amado a la iglesia de esta magnitud, entonces creo que esto nos sugiere algo de la importancia que tiene la iglesia en su corazón.

2. Es el proyecto más importante de Cristo para la eternidad
Vrs. 26-27 para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha.

Una semana es suficiente para que te convenzas de que las personas que forman parte de la iglesia no son personas buenas; en una semana podrás descubrir que los cristianos que integran la iglesia son todo menos personas perfectas: mienten, chismean, se enojan, son desconsideradas, usan palabras inadecuadas, en fin, son pecadoras. Lamentablemente, no podemos desmentirte.
Sin embargo, es precisamente por esa razón que Cristo derramó su sangre por ellas, y como dicen estos versículos, para que un día, estos cristianitos de segunda, lleguen a ser gloriosos, sin mancha ni arruga, totalmente santos, como Cristo Jesús.
Las personas que formamos la iglesia no somos hoy lo que deberíamos ser; es cierto; pero también es cierto que no somos lo que un día fuimos, y también es cierto que no somos lo que un día llegaremos a ser: semejantes a Cristo.

3. Cristo es su fuente de poder
Vrs. 29 … nadie aborreció jamás a su propio cuerpo; más bien, lo sustenta y lo cuida, tal como Cristo a la iglesia…

¿Qué hace Cristo hoy? La Biblia dice en Romanos 8:34 que está intercediendo por todos los que son suyos. Pero aquí se nos dice que también -noten el tiempo presente- Cristo está sustentando a la iglesia, una palabra que tiene que ver con la responsabilidad material que tienen todos los padres hacia sus hijos: darles alimento, ropa, un techo, educación, protección, etc.
Muchas veces los pastores, y también los propios hermanos expresamos nuestra preocupación por lo que sucede en la iglesia. Cuando escuchamos las quejas de los hermanos, cuando vemos su falta de compromiso, su inconsistencia, sus altas y bajas, nos preguntamos: “¿qué va a pasar con la iglesia?” Y aunque es necesario el ejercicio de los dones y las habilidades de los líderes que Dios ha puesto, debemos recordar que la iglesia es sustentada cada segundo, cada minuto, cada hora y todos los días por el mismo Señor Jesucristo, quien es su Amo absoluto.
Por eso, aunque cada quien es responsable ante el Señor de sus actos, en su conjunto, la iglesia se mantiene de pie gracias al poder y el cuidado de su Amo.

4. Cristo es uno con ella
Vr. 30 porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos.

Esta es, a mi juicio, la razón más significativa para pertenecer a la iglesia. Notemos cómo es que Cristo está tan involucrado con la iglesia: ella es su cuerpo, sus huesos, sus miembros. La iglesia es la expresion visible de Cristo. Si amas a Cristo debes amar a la iglesia. Cristo es uno con ella. Esta es la razón más clara: cuando un pecador arrepentido viene a Cristo Jesús por la fe, inevitablemente está viniendo a pertenecer a su cuerpo visible en la tierra: esta nueva comunidad de personas que están siendo cambiadas, restauradas.
Entonces, es una necedad pensar que es posible ser de Cristo, pero no ser de ninguna iglesia local, al ver las fallas de los cristianos. Es una lástima que los cristianos no demos buen testimonio de nuestra nueva vida, pero también es un error aislarse de una comunidad de creyentes para vivir en conjunto la nueva vida que hemos recibido.
Esta realidad de nuestra unión con Cristo es la razón por la que nuestra estrategia para evangelizar sea diferente: queremos que la gente conozca a Cristo conociendo al pueblo de Cristo.
5. Su comunión con ella será para siempre
Vrs. 31,32 Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne. Grande es este misterio, pero lo digo respecto de Cristo y de la iglesia.

En el 100% de las veces que había leído este pasaje, sólo había alcanzado a pensar en la relación matrimonial. Claro. Los esposos son una sola carne. El sexo es la culminación de la relación cercana de la pareja. Sin embargo, el vr. 32 señala que Pablo está diciendo que este misterio de ser una sola carne tiene una referencia a la relación que hay entre Cristo y su iglesia. Es decir, aquí podemos ver que así como un esposo se une a su mujer y son una sola carne, de la misma forma, los creyentes en Cristo Jesús formamos una sola carne que durará para la eternidad, puesto que -a diferencia de la vida sexual que es solo para esta vida- nuestra relación con Cristo no tendrá fin. Nada nos apartará de su amor, como dice la última parte de Romanos 8: 38,39: "Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro."
Todas las organizaciones y grupos con una misión noble aquí en la tierra desaparecerán; sólo el pueblo de Cristo y su palabra permanecerán para siempre.

6. Es el hábitat natural donde Dios pone a los que son salvos
Hechos 2:47: Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.

Los primeros cristianos aprendieron bien esta lección: el lugar donde los nuevos creyentes están a salvo y seguros para su crecimiento espiritual es la comunión de la iglesia. Es importante advertir que quien pone a los salvos en la iglesia es el Señor. Queda este versículo como un testimonio de cuál es el lugar donde Dios quiere que estés si eres un hijo suyo.
La iglesia es para el creyente lo que la incubadora es para un polluelo, lo que un vivero es para una nueva plantita, lo que una mamá es para un bebé. La iglesia es el lugar donde Dios quiere que le conozcas, donde Dios quiere que aprendas a caminar, donde Dios quiere que aprendas a relacionarte con los demás. No hay ningún otro lugar, ninguna otra comunidad de personas donde Dios quiere verte integrado.
La iglesia es el kinder de Dios para que sus hijos aprendan las verdades básicas. Es la mejor universidad que Dios ha escogido para que sus hijos desarrollen sus talentos y habilidades para servirle.

7. Es la encargada de guardar y anunciar la verdad al mundo
1 Tim. 3:15 ...para que si tardo, sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad.

Sólo a la iglesia Dios ha encargado la misión de anunciar las buenas noticias del Reino. Fue a sus discípulos a quienes les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio. Es a la iglesia a quien Dios le ha encargado velar por la integridad de las enseñanzas de Jesús: “enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado”.
Si quieres conocer lo que Dios quiere decirnos para honrarlo, entonces debes estudiar la Palabra de Cristo en comunión con la iglesia. No estamos diciendo que un creyente común y corriente no puede ni debe estudiar la Biblia por su cuenta; ese es una enseñanza de la iglesia popular; más bien quiere decir que es la iglesia la responsable de enseñar, y preservar la buena doctrina que está en la Biblia.

En resumen:
• No hay ningún grupo de personas más importante para Cristo en este mundo que la iglesia.
• No hay otro grupo de personas en quienes Cristo esté obrando en este mundo que en la iglesia.
• No hay otro grupo de personas con quienes Cristo quiera realizar sus propósitos que con la iglesia.
• No hay otro grupo de personas donde Cristo quiera estar más que en la reunión de la iglesia.
• No hay otro grupo de personas con quienes Cristo vivirá la eternidad que con la iglesia.

Aplicaciones


  1. Si eres un creyente y eres miembro de una iglesia local, te animo a que crezca tu aprecio y tu entrega apasionada por la comunidad de tus hermanos a quienes les debes tu amor y servicio incansable.

  2. Si eres un creyente sincero, pero aún no te has hecho miembro, es mi deseo que te acerques a los líderes de la iglesia a la que asistes para preguntarles los procedimientos necesarios para integrarte a aquella congregación.

  3. Si no te consideras un creyente, es mi intención que entiendas mejor por qué los cristianos tenemos en alta estima el concepto y los intereses particulares de la iglesia local. Simplemente amamos a la iglesia porque amamos a Cristo, y queremos estar donde Cristo está actuando en este mundo.

Qué esperas? SI ERES UN CREYENTE EN CRISTO, DEBES PERTENECER A LA IGLESIA.

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